Hace 15 minutos, tuve diez minutos en blanco. Diez minutos rasgados por el crujir de una impresora, por la pantalla de un ordenador y por una ventanita que se abre al Norte y al Sur. Desde esa ventanita, se ven muchas cosas. Apoyo mis codos en el alféizar, como el que amanece a un nuevo día y sonrío. Me gusta lo que veo.
1 comentario:
Yo de vez en cuando juego con los almorrones de esta fanega, para volver la mirada al sur y reconocerme.
M.
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