jueves, 22 de noviembre de 2007

El Hombre-Río, a la deriva


Alfonso Alba. El Hombre-Río no está acostumbrado a nadar a contracorriente. La popular escultura de Rafael Cornejo y Francisco Marcos ha dejado de ser ese sonriente bañista que disfruta de las mansas aguas del Guadalquivir a su paso por la ermita de los Santos Mártires. Ahora, el Hombre-Río es un deforme trozo de poliuretano que descansa boca abajo y en una postura espantosa junto un remolino de basura, maleza y barro a un puñado de kilómetros de su emplazamiento original; ahora yace varado en una ribera de fango junto al polígono industrial de La Torrecilla.
La culpa, como todo lo que ha ocurrido durante los dos últimos días, la tiene la lluvia. Hasta el mediodía de ayer, el Hombre-Río asistía impávido a la crecida del Guadalquivir. Confiaba en su estructura, amarrada a una gran base que descansa en el fondo del río. “Los anclajes están preparados para aguantar en caso de que el cauce llegue casi a tapar los ojos del puente de Miraflores”, explicaba ayer en el lodazal en el que se había varado la imagen uno de los escultores. “El río ha subido tres metros en poco tiempo, pero el agua bajaba con demasiada fuerza”, concluía.
Y el Hombre-Río se soltó y se marcó un auténtico rafting por las convulsas aguas del Guadalquivir. Sin hacer ruido, se despidió de la ermita de los Santos Mártires y dejó viudo al cartel que cuenta sus dos años de historia. Sorteó el puente de Miraflores y en rápido descenso afrontó el Puente Romano. Algún turista empezó a echarlo de menos al asomarse a su emplazamiento original mientras otros lo confundían con la maleza que evacuaba el Guadalquivir.
La inmensa vegetación de los Sotos de la Albolafia no frenó la aventura del Hombre-Río, que sin tiempo a nostalgias dejó de ver la Mezquita cuando sobrepasó sin problemas el puente de San Rafael. Fue entonces cuando se reencontró con algunos amigos. Ya sin esa cara de bañista feliz que toma el sol, el Hombre-Río vio pasar las imágenes de la Isla de las Esculturas, donde vive alguno de sus familiares, y alcanzó con una sorpresiva rapidez el Puente de Andalucía. Los conductores que lo sobrepasaban no daban crédito y empezaron a bombardear la centralita de los bomberos, que, zódiac en mano, se lanzaron al rescate de uno de los símbolos de la Córdoba actual.
Pero el Hombre-Río se cansó de nadar. Desarmado, con la estructura vencida, finalizó su escapada –es de las pocas esculturas que ha logrado huir de su emplazamiento original– en el último puente de la ciudad, el Ibn Firnás. Eso sí, en obras. La estatua quedó varada en una orilla y los bomberos que acudieron al rescate decidieron amarrarlo a una piedra cercana. Esperarán a que baje el cauce del Guadalquivir para sacar a la escultura del agua y devolverla junto a la Ermita de los Santos Mártires. “Hoy es peligroso. Hay muchos remolinos y nos jugamos la vida si intentamos rescatar una estructura de 150 kilos”, explicaba uno de los bomberos, después de haber amarrado la estatua. Mientras, el Hombre-Río se abrigaba para pasar la primera noche sin el abrigo de la ciudad. Solo.

Fuente: El Día de Córdoba

P. D.: Escrito por el Hombre-Desgracia.

4 comentarios:

K. dijo...

Ya hablaremos tú y yo.

No te digo ná y te lo digo tó.

Como te digo una cosa te digo la otra.

El texto es magnífico. Y lo de "ya hablaremos tú y yo" va en serio...

Un abrazo, gayer, que eres un gayer.

emereci dijo...

Poesía hecha piriodismo. O piriodismo hecho poesía. O algo mu chachi. Me ha encantado, chico de los sucesos.
Bicos

Alfonso Alba dijo...

Post Data a la Post Data:

La firma del hombre-desgracia es porque sólo escribo de cosas chungas algo que, sin cinismos baratos, me gusta. Todos conocéis que no deseo el mal, pero cuando pasan estas cosas alguien tendrá que contarlo (un médico tampoco quiere que la gente se ponga enferma, etcétera) y porque creo que ese es el periodismo más difícil.
Post data a Emereci:
Que una poetisa me llame poeta, me halaga hasta el punto de sentirme henchido. Ahora, que escribas sucesos sin la ese en medio...
Muchos besos y suerte por las Américas (llevamé a la próxima, venga, sí, vengaaaa)

Caesares8 dijo...

Agrothinkeitor cuando te pones, te pones. Ole (y sin segundas).

Emereci, onde vas?