martes, 26 de febrero de 2008

El gato muerto

"Mira mamá, se le ve el pulmón". "Niño, no seas asqueroso". "¿Es o no es el pulmón mamá?". Los dos hermanos revoloteaban con sus bicicletas al lado de un gato que había sido atropellado hacía unas horas y que yacía sobre el asfalto en una de esas posturas horrorosas con las tripas fuera. El mayor se bajó de su bici, apartó las moscas que se estaban dando un festín y acercó sus manos. "¡¡Me cago en tu padre!!" gritaba a la madre a la vez que derribaba a su vástago de un guantazo y se llevaba la otra mano a la boca para detener una repentina arcada. Por detrás, al otro hermano le había dado tiempo a llevarse la cola del gato y tirársela a su hermano a la cara. Evidentemente, la madre le arreó una buena coz que lo derribó de la bicicleta. Llantos y risas.
Esta perorata no viene a decir que los de campo son tipos más duros que los de ciudad, pero sí me recordó que al menos estos niños --a sus escasos nueve años-- son conscientes de la vida y de la muerte, del "los seres vivos nacen, crecen, se reproducen y mueren" que nos enseñaban en Ciencias Naturales. Saben que detrás del pelo de un lindo gatito no hay un mecanismo como el de los relojes, sino órganos, huesos y carne. Al contrario de esos pobres niños de ciudad que temerosos sus padres de que los atropelle un coche o los secuestre un rumano se pasan la infancia del colegio a su casa, de su casa a clases de piano, de clases de piano a clases de inglés, de clases de inglés a clases de informática y de clases de informática a casa otra vez.
Estos niños de ciudad son los mismos que con 12 años (vamos, adolescentes casi) se sorprenden cuando mi padre les enseña la huerta y corren a llamar a su madre con un huevo caliente en la mano. "Mira, mamá, lo ha puesto una gallina". O los que se sorprenden de que las patatas salgan de debajo de la tierra y que las pipas de los girasoles no estén saladas como las de la tienda de chucherías de la esquina.

5 comentarios:

Caesares8 dijo...

Girasoles! Ya me mosqueaba a mi que al facundo le saliesen las pipas tan bien.

emereci dijo...

Hola hola! Estoy de vuelta de la aventura cubana, otra vez en el paro, pero más feliz que una perdiz. Para cuando esa visita al norte? Ofrezco visita guiada al agro galaico, pero sin vísceras, eh!
bicos norteños

Alfonso Alba dijo...

Hombreee!! Qué me alegro de leerte de vuelta. Hay que ver. Eso de convertirte en testigo de la historia mola. Te vas a La Habana y Fidel deja el poder. Creo que ya te puedes escribir un libro de relatos con los acontecimientos histórico-político-sociales que has vivido en tus viajes.
En cuanto a la visita guiada al agro galaico, ya sabes que por mí enchantè. Sólo que ahora no puedo por: elecciones, Semana Santa, viaje a El Cairo a ver al gitano (por cierto, ¿te apuntas?) y findesemana rural en Úbeda y Baeza.
Si quieres puedes bajar tú a Andazulía, donde esperamos tu visita para ver "La Caída de Chaves". Seguro que cuando vengas pasa algo.
Bicos sureños

Caesares8 dijo...

Hola Emereci, asi que estabas en cuba! Cuantos gallegos emigraron a esa tierra, sin ir mas lejos, mis bisabuelos primero, y mi abuelo anhos mas tarde. Bueno, otros gallegos que emigraron a Cuba fueron los padres de Fidel Castro ;)
Countrythinker, en cuanto nos volvamos, (en algun momento del verano), sabes que tienes sitio en la pension caesares8
Saluda al que esta en las antipodas de escribir en su blog

emereci dijo...

Jeje, sí, eh, estoy pensando poner una agencia de gestión de momentos históricos. Puedo mover los hilos a cambio del billete y la estancia... De hecho, ahora que lo pienso, si os apurais puedo hacer un viaje relámpago a tierras andaluzas antes de las elecciones :) Y lo del Cairo, para cuando sería?
Caesares8, no sabes la cantidad de historias de emigrantes gallegos que me he traído de Cuba. Entre otras, la de Ángel, el padre de Fidel y Raúl, que era de Láncara, como una servidora :D
Bicos mil a ambos