No. Nosotros, los cordobeses, no somos mediterráneos. Le tenemos demasiado miedo al fuego. Nos asustamos con facilidad de las tracas y en nuestras ferias y fiestas disfrutamos con los fuegos articiales, sí, pero desde muuuuuy lejos. "Yo siempre he tenido susto de que se me cayera una varilla encima", me comentó un compañero por la mañana.
Ayer lo comprobé. Els Comediants tomaron la Plaza de la Corredera, atestada por unas 10.000 personas. Un espectáculo de fuego y música sorprendió del primero al último. De repente, por los balcones comenzaron a salir fogatas y a estallar petardos, y en un acto reflejo la gente comenzó a amontonarse en el centro de la plaza. Los protagonistas habían advertido de que esas chispas no eran peligrosas, pero el miedo congénito a quemarse desencajaba caras.
Pero poco a poco la gente se fue relajando al ver cómo las decenas de demonios que cruzaban La Corredera de una punta a otra con antorchas no sufrían quemaduras ni siquiera en primer grado. El miedo entonces se transformó en adrenalina descargada a manos llenas y fue cuando la gente se empezó a divertir.
3 comentarios:
Una de las últimas esperanzas para la salvación del mundo cae como el plomo de una caña de pescar.
Los cordobeses ahora no temen al fuego.
Que zeus nos asista...bueno, mejor afrotdita.
Quen ten cu, ten medo.
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Sin miedo al fuego y con flamenquines kilométricos dominaremos el mundo. De momento, ya le hemos ganado al Sevilla Atlético en Liga y estamos por encima del Celta.
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