Has pasado una semana de mierda. Te han amenazado con echarte a la calle, con denunciarte por publicar lo que no debes, y te han empujado al precipicio sindical. "Si no eres tú, no es nadie", te grita ese tipo de gente que prefiere estar a la sombra. Te has implicado y tus presiones se han multiplicado, por arriba y por abajo. Has bordeado el ataque de ansiedad y has sobrevivido.
Entonces, ha llegado el día pero te has negado a mendigar, a rogar, a practicar el "gañote vil" por un puñado de euros. Y te has resignado a no ir. Te has levantado con el cuerpo hecho pero, dos horas antes y sin anestesia ni ná, te has encontrado con tres entradas en la mano. Y no has encontrado a nadie. Te has ido sólo, sin ganas de hablar con nadie. Te has comido un bocadillo de una panceta melladientes y una cerveza enfriada en el magma del Vesubio. Has hablado con mucha gente y te has encalomado con un lobby de periodistas que van y vienen, unos a por tanques de cerveza vesubiana, otros a buscarle otro uso a la nariz que no sea respirar.
Has visto al espectro de Antonio Vega sobre el escenario y cómo, cuando mejor sonaba, se ha ido la luz. Has visto a Paul Weller en un acústico simple.
Y ha sido entonces cuando te has olvidado de todo. Una cuenta atrás, un guitarrazo y un flash cegador. Eran Travis. El mejor directo que jamás he visto.
10 comentarios:
En los malos momentos uno no puede ver la buena suerte aunque esté delante de uno mismo. Piénsalo de esta manera:¡has visto un unplugged de verdad de Paul Weller!
Siempr positiv
Ánimo, que, aunque a veces no lo parezca, la vida está llena de buenos directos con los que acompañar las cervezas vesubianas.
Concéntrate en Estambul!
Bicos from far far west.
Emereci, 'fíte' tú si me estoy concentrando en Estambul que hasta me he comprado el libro de Orham Pamuk.
En verdad, me han faltado al final de mi particular crónica musical unos puntos suspensivos para explicar lo electrizado que salí y el brutal cambio de mi estado de ánimo con respecto a la entrada.
Amigo Casares, el umplugged de Paul Weller fue bestial, pero, sinceramente, me quedo con Travis, mi "rollito musical de este verano", parafraseando a Kamerovski...
"Estambul" no sé cómo estará, pero "El libro negro" está muy bien; por momentos tiene un lirismo prácticamente cegador y, por supuesto, te deja chorreando como una perra por ir a Estambul. Es un superclase, creo yo. Por lo demás, queridísimo Alfondo, a mí Travis me parecen unos blanditos, unos quiero-pero-no-puedo (y-además-tampoco-tengo-muy-claro-lo-que-quiero), pero si te hicieron sentir de puta madre, a mí me vale.
Por lo demás, ya que has sacado a colación mi rollete del verano, aprovecho para recomedarlo, once again. El disco en cuestión se llama "Dreams" y es de un grupo bastante particular que se llama The Whitest Boy Alive. Otro superclase. Dicho queda.
Besos, abrazos, maldiciones para el Windows Vista.
K.
Salud Kamerovski. Si te ha dejado chorreando el libro, pos ya sabes. 20 de octubre, partida a la antigua Constantinopla con salida en Málaga. Regreso el 27 vía París y previo desembolso de 300 lerus.
Pídele los días al killer Isasi y los dineros a tu cajero favorito. Será un viaje inolvidable, con el gitano de Sydney y hasta con emereci, la arriba escribiente.
Compañero, esta noche engancho el emule a tu propuesta.
Abrasos y maldiciones diversas
Me he puesto a bajar la recomendación de Kamerovski. Coincido con él en lo de Travis.
De Paul Weller, recuerdo haber escuchado un montón de veces el disco "stanley road", sobre todo la temporada en que lo grabé en cinta y lo escuchaba en el coche (no echo de menos el "radiocasé", pero sí las cintas que ahora tengo muertas de asco).
De buena gana me iría con vosotros a Estambul, pero o encuentro un trabajo decente con fecha tope de finales del mes que viene, o me vuelvo unos cuantos meses a Sydney (un buen gallego ha de emigrar constantemente)
he escuchado ya el disco ·dreams· de The Whitest Boy Alive, le voy a dedicar más tiempo dentro de una temporada, ahora mismo, estas semanas estoy más "roquero". Por ahora lo que más me gusta del grupo es el nombre.
Por cierto, he visto que el cantante es también el cantante de Kings of Convenience, que puedo escuchar, pero de momento no me ponen. Quién sabe dentro de un tiempo.
"mi rollito musical de este verano" ha sido el reencuentro con Kula Shaker. Estos días me está entrando bien un grupo que no conocía: Art Brut (no sé si el nombre refleja su realidad).
Corto, que con la música...
Caesares, ende luego te tienes que bajar pronto a galica del sur, Kamerovski te hará chorrear con la música como a mí me hace con la literatura, ya estoy deseando comprarme el libro que recomienda...también tú lo harás chorrear a él con la música, así podríamos chorrear todos juntos. A eso hay que añadirle la brutalidad en estado puro de Edgar, las entradas a lo Rafa Alkorta del Agropensador...en fin, se te espera. Abrasos.
chorrenado, hmmm, todo regado con champán barato en una coctelera de plástico de Licor 43...
El caso es que quizás me ponga a bajar y bajar hacia al sur y no pare hasta Sydney.
Eso, vente, Caesares. No sé si chorrearías tanto como augura nuestro hombre en Sydney (que se deja llevar por la amistad, jaja), pero al menos se intentaría.
Por lo demás, sí, efectivamente, el amiguito Erlend Oye, de Kings of Convenience, es el que está detrás de The Whitest Boy Alive., que iba a ser al principio un disco completamente electrónico (y algo de ese poso queda aunque haya acabado sonando absolutamente analógico). Es curioso lo de este hombre: yo lo conocí primero en su faceta electrónica (tiene dos discos fascinantes, "Rest" y un "DJ Kicks" que es una sesión absolutamente elegante y arrebatadora). Lo que me encanta de él, al margen de esa voz maravillosa y evocadora, es que en cualquiera de sus proyectos, sea techno-pop o pop con brisita folk, mantiene esa "cosa" cálida y expansiva.
Mi rollito del verano, en fin.
A mí también me cuesta cortar, jaja.
Por cierto, tengo un proyecto ahí (aparte de un post sobre Roberto Bolaño) que le tengo que comentar a mi editor-in-chief para hacer una nueva sección... A ver qué me dice el jefe.
K.
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