martes, 8 de septiembre de 2009

Finales abiertos (3)


Buscaba las fotos de la destrucción. Dubrovnik: Cuatro años de bombardeos, 2.000 obuses serbios y hoy nada. Todas las guías turísticas recuerdan que el 80% de los edificios de la ciudad sufrió daños, que hubo docenas de muertos, que los incendios eran diarios.
Han pasado 14 años. Apenas un par de paredes agujereadas en las afueras mostraban una milésima parte de lo que ocurrió.
Cansado por el calor, agobiado por el masivo turismo y desilusionado por que la belleza de la ciudad no era tan deslumbrante, me fui solo. Casi sin querer, me metí en una exposición fotográfica sobre la Guerra de Yugoslavia. Era de esperar. La mayoría de las imágenes no eran de Croacia. Nada sobre Dubrovnik, nada sobre la salvaje batalla de Vukovar, nada sobre la bestial destrucción de Rijeka.
Dos horas después, me senté en la puerta a fumar y escuchar música. Me detuve ante unos ojos tristes. No sé cómo se llamaba, pero controlaba la entrada a la exposición. En un inglés estúpido, le pregunté de dónde era. "Bosnia", dijo, exagerando la ese. "¿Qué haces aquí, en Croacia?". "Trabajar", respondió sin entusiasmo. "¿Una bosnia en un museo sobre la guerra?". "Sí". "¿Porqué?". No respondió. Se dio media vuelta y se levantó la camiseta. Enmudecí, le di dos besos y me marché.

3 comentarios:

emereci dijo...

A mi tambien me gustan tus finales abiertos, aunque no logre encontrar un broche feliz con el que cerrarlos... y no sé si será por esta puta tendencia mía a la melancolía o porque al final tú tampouco nos dejas tantos huecos que rellenar :-)
Bicos norteños

Julia Delgado dijo...

Lo sé, me cargo la atmósfera de tres post exquisitos.

"Finales abiertos (X)"

Me encuentro bien por la ausencia de calor en la habitación. El aire acondicionado es un buen invento.
Mis venas, y arterias, han cambiado el oxígeno por cafeína. El abuelo de ‘Érase una vez el cuerpo humano’ se tambalea por el peso de las bolitas de humo de Fortuna que sobresalen de la bolsa de su espalda. Me pregunto si esa bolsa tiene algún nombre científico, aunque no me importa. Celebro con desmedida alegría mi victoria sobre Paco y Alfonso en el Pro. Me siento superior. Me engaño. Salimos a la calle para respirar aire puro. Unos el de la victoria, otros, los más, el de la derrota. Un político muerto, un político menos...

Alfonso Alba dijo...

Edgar, final cerrado: El último partido te lo gané 4-2. No levantes falsos testimonios. Paco ganó las dos ligas que echamos. Vamos a poner los puntos sobre las íes.
Emereci, hay muchos huecos abiertos, lo sabes. Y esa puta tendencia a la melancolía tiene hasta su punto mágico.
Besacos a los dos