Quería escribir un agropensamiento, pero no me sale. No he visto nada que se le parezca. Será por el calor, que vacía la ciudad. Será por que vuelvo muy poco al campo. Será porque quizá me he sentado demasiado arriba y no miro para abajo. No quiero. No me da la gana. Quiero estar ahí abajo, en la trinchera. Quiero ser un indio. Echo de menos el barro por encima de mis rodillas. No me gusta el coche oficial. No me dejéis.
2 comentarios:
Las tentaciones, las ofertas que no se pueden rechazar, las promesas de mesas cargadas de manjares inaccesibles para la mayoría siempre estarán ahí, es uno mismo el que se deja o no se deja engatusar por ellas.
Yo confío plenamente en que sabrás elegir bien. Nadie deja a nadie si uno mismo no se deja, y sin duda no lo harás. Además, ahora, desde el bunker, podrás ver los cuerpos destrozados de los de las trincheras donde estabas y ratificarás ese post tuyo en el que hablabas de los tiros que venían desde atras.
Prudencia e inteligencia. Es mi consejo del día.
P.d: Recuerda que si no sabes elegir bien el día de mañana te podrían componer una canción los Lunis mientras lees el Espinete Today.
Lo mejor de todo es que sé que volveré a las trincheras. Tarde o temprano, me reencontraré con el barro y no me pesará arrastrar las botas.
Si sabes cómo, se es más feliz abajo que arriba. Aunque un rato arriba tampoco está nada mal (y aunque suene a una cosa sexuarl, no van por ahí los tiros de la metáfora).
Viva Espinete. Me mola más que los Lunis.
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