miércoles, 12 de marzo de 2008

Incunables

Apenas trabajo la ficción porque siempre me ha gustado más la realidad, que aparte de ser inabarcable nunca deja de sorprenderte. Tanto que, aunque el siguiente texto parezca surgido de alguna novela de Eduardo Mendoza, es real. No por ello he dejado de desconarme desde el mismo momento que en forma de correo electrónico interrumpió mi gris jornada laboral:

"BOTELLAS ENCLAUSTRADAS

Joaquín Alarcón, nacido en Castro del Río (Córdoba), vive desde hace sesenta y dos años en Sabadell (Barcelona), donde tiene una colección de 3.000 botellas originales en su propio piso.

Joaquín, actualmente jubilado y viudo, inició esta colección de botellas con su mujer, María García, cuando los tres hijos de la pareja se independizaron. Al quedarse solos y jubilados decidieron comenzar a viajar y disfrutar. Joaquín recuerda emocionado aquel primer viaje a Extremadura allá por el año 1968, donde hicieron parada en Madrid, la guía les recomendó visitar el Museo de botellas raras y antiguas y así lo hicieron.

De aquel primer viaje surgió la idea de crear una colección propia de botellas de los lugares que fuesen visitando. Adquirieron la primera botella durante un viaje a Tarragona y para 1970 fundaron el museo, que año tras año ha ido creciendo y que hoy tiene Joaquín en su domicilio de Sabadell.

Las botellas ocupan tres habitaciones y salen de allí donde menos se espera. Hay de todas las formas posibles y de los países más lejanos, fruto de los viajes del matrimonio, de Joaquín en solitario y de las amistades.

La colección está metódicamente ordenada. Las botellas están llenas de licor, ya sea coñac, whisky, vodka y tienen una forma especial: como las casas colgantes de Cuenca o la Sagrada Familia. Según Joaquín, desde hace tres años hasta hoy se ha doblado la cantidad y la calidad del museo.

La Alcaldía de su pueblo natal, Castro de Río (Córdoba) tiene conocimiento de este museo y se ha puesto en contacto con Joaquín para pedirle, si con el tiempo, puede donar su colección y ubicar sus piezas en el futuro museo de la localidad. Joaquín ha aceptado, siempre y cuando las botellas no marchen de su lado mientras él siga vivo, ya que la colección lo distrae y le trae muchos recuerdos de su mujer con la que inició este museo.

Las botellas que completan la colección de Joaquín Alarcón, pueden ser vistas en la web http://es.geocities.com/museo_de_botellas"


Y para comprobar la veracidad, una imagen que me tiene asombrado.




4 comentarios:

Caesares8 dijo...

Desconfiaria de una persona que tiene todo ese monton de botellas completamente llenas. Pero tiene cara de majete.

Alfonso Alba dijo...

Hombre. Yo creo que si hubiera guardado los cascos de todas las botellas que me he bebido a lo largo de mi vida no tendría nada que envidiar a este friki. Pero claro, este hombre tiene cara de abstemio. Imagina el cacho botellón que podríamos montar en su casa.

Caesares8 dijo...

A eso iba. Me lo imagino. Me lo imagino.

Capitán Cook(ing) dijo...

Muy grande ser'ia, s'i senhor! Pequenho alf, por cierto, a ver si os pon'eis de acuerdo t'u y antonio y me escrib'is diciendo si os busco yo el viaje a Abu Simbel o vosotros en Espanha. Luis, un abrazo...Puta!