2003
Tenía las dos piernas rotas, la espalda recostada en una cama de hospital y las manos en un mando de la Play Station. Su cara apenas tenía expresión. Los ojos estaban clavados en el televisor.
Tras la puerta apareció ella, con los ojos rojos de haber llorado mucho. "¿Sabes que por tu culpa mi hijo es huérfano?".
Él, clavados los ojos en el televisor, apenas acertó a resoplar. Apretó los dedos en el mando de la Play Station y dejó que el silencio llenara la habitación.
"¿Sabes que acabas de matar a cinco personas?", reprochó ella, antes de ponerse a gritar al verlo a él gélido, inmóvil, con los ojos clavados en el televisor.
Entonces él soltó el mando de la Play Station. Con una mano se hizo altavoz en la boca para llamar a su padre, con la otra pulsó el avisador de la enfermería.
Dos semanas después, recibí una llamada al móvil. "¿Sí?". "¿Alfonso Alba?". "Sí, digamé". "Mire, soy el padre del muchacho que sufrió un accidente hace dos jueves, en el que murieron cinco personas". "Sí, estuve allí. ¿Qué ocurre?". "Es por rectificar tu información". "¿No es correcta? Tengo el informe de la Guardia Civil". "Ya, la Guardia Civil también se equivoca. Mire, mi hijo no ha matado a nadie. Él no iba adelantando. Circulaba por delante del camión. La furgoneta se le vino encima". "¡¿Qué?!", grité y pregunté. "O rectifica o le demando". "Oiga, ¿usted ha pensado en esas cinco familias?". Pi, pi, piiiiiii.
Estuve en el juicio (hace más de un año) y vi a ese joven de la Play Station y acelerador fácil. Y su mirada clavada en el juez. En los pasillos lo vi sonreir, en los mismos pasillos en los que se desmayaron dos mujeres. Fue condenado a dos años de prisión, por cinco homicidios por imprudencia. Dos años, sin antecedentes, nada. Vi a su padre. "Hola. Yo soy el periodista..." "Sí, ¿qué coño quieres?". "Preguntarle una cosa. Mire, mmm, yo es que... cuando hago algo que le sienta mal a un amigo, mmm, que le provoco dolores de cabeza... me cuesta trabajo concentrarme, no puedo dormir, me pongo triste. ¿Usted o su hijo tienen mala conciencia?". "Vete a la mierda, gilipollas".
4 comentarios:
Muy bueno Alfonsiano, muy bueno!
Muchas grasias neng. Ya sabes que lo tenía ahí atragantado desde hace mucho tiempo y que a nadie se lo había contado tan en detalle. Grasias y abrasos de teletubbie a pecho partío
Arfonso, tienes momentos...
Por cierto, con ese padre, lo normal es un hijo asi. Supongo que es un caso extensible.
Un 10
Tío, Luis... me pongo colorao. No me digas esas cosas en la intimidad que no me controlo.
Un abrazo. Ah, y como diría Rafa... ¡¡¡puta!!!
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