Como cada tarde, había asaltado la máquina de café y, como cada tarde, mi impaciencia me provocaba quemaduras en los labios. No había encendido el ordenador, ni la radio, ni la tele, cuando un compañero que subía las escaleras de tres en tres entró gritando la noticia: Puerta había muerto.
Acostumbrado al periodismo de sucesos y a la insensibilidad que esto me ha provocado, lancé mi primera y última pregunta inoportuna de la tarde. "¿Si le hubiera pasado a un ciclista, qué estaríamos pensando?". Diez ojos procedentes de la sección de Deportes se me clavaron en la frente. Bang, bang, bang.
Dejé a un lado mi insensibilidad periodística y me puse a garrapatear teletipos. "Puerta, de 22 años, deja a una esposa embarazada de ocho meses". Joder. "Sufrió nueve paradas cardiorrespiratorias". Hostia. "Los sevillistas lloran a las puertas del hospital". Entre los teletipos que garrapateo tengo una opción informática: veo los usuarios que también han leído el texto. Descubro a "fcamero", kamerovski para la comunidad bloguera. Decido escribirle. Me contesta: "Palo enorme, sí. Mucho más gordo de lo que yo mismo esperaba. Lo cierto es que estoy completamente aturdido. Es increíble el poder sentimental del fútbol, para las dos uefas y para esto. En fin, este tipo de noticias acaba dejando cosas muy claras, como siempre. Una de ellas, a pesar de que parezca obvio, es la alegría reforzada de estar vivo y rodeado de todos vosotros".
Se me ponen los pelos como escarpias...
4 comentarios:
Tengo claro que si nos afecta tanto, a mi sí, es fundamentalmente por razones, en el fondo, muy similares:
- era un semidios, osea, futbolista: si ellos mueren, qué será de mi.
- era un tipo muy joven que además se cuidaba: si ellos mueren, qué será de mi.
Desde el convencimiento descreído que rige mis pensamientos, no tengo dudas al respecto, se ha muerto porque tenía un corazón enfermo que le habría fallado en cualquier momento.
Desde la parte más "humana" que me pueda quedar: si estos se mueren, que será de mi...
Sólo se me ocurre desearle lo mejor a la familia, y por supuesto, daros un abrazo a todos los gallegos del sur.
Por cierto, se me acaba de venir a la cabeza una de las genialidades de Churchill.
Cuando cumplió 91 años, un periodista británico le preguntó que cuál era su secreto para llegar a ser tan longevo. Él contestó:
"El deporte. Jamás lo practiqué".
Yo estuve en las puertas del Virgen del Rocío y os aseguro que hasta al más duro se le erizaban los pelos de la espalda.
No he visto a más personas juntas llorando desconsoladamente en mi vida.
Sin duda esto es también un claro ejemplo de que era una persona buena y reconocida por todos los que le rodeaban, especialmente los de deportes, si hubieras hecho esa broma en la redacción de la ser tu hubieran comido vivo. Estaban y están hechos polvo y, sobre todo, ninguno ha hecho ninguna queja a pesar de que se quedaron todo el día (y que un periodista no haga eso dice mucho de la situación).
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