martes, 14 de agosto de 2007

Caminatas

Teníamos Atenas a nuestros pies. Como Pericles, dominábamos la ciudad desde las puertas de mármol de la Acrópolis: esa polis de más de cinco millones de habitantes que todavía y después de acoger unos Juegos Olímpicos no tiene ronda de circunvalación, que ha sido construida sin orden ni concierto, y que acoge a una ingente masa de habitantes con pinta de delincuentes.


Descriptiva imagen de la hiperactividad de Fernando. Su dedo señala el próximo objetivo de nuestras andanzas que, valga la redundancia, haríamos andando. Como diría Sabina, Fernando, "hasta las suelas de mis zapatos te echan de menos"... (Bueno, en verdad acabo de tirar a la basura las zapatillas que se han pateado Australia y la Hélade. No me ha dado pena porque habían comenzado a comerme medio talón y, hombre, algo dolía ya).

7 comentarios:

Alfonso Alba dijo...

P. D.: Se me olvidaba. Fernando lleva puesta la que bautizó como "mi camiseta de andar". Otros, hace años, 1999 concretamente, antes de salir de marcha se ponían su "camiseta de follar". Ah!, qué tiempos...
P.D.2: No era yo.

Capitán Cook(ing) dijo...

Atenas a vuestros pies...lástima de llamada aquella, menos mal que luego la hicísteis desde una terracita, que también me pega bastante, no? Un abrazo.

Julia Delgado dijo...

Fernando es el que corrío para avisar de la llegada de los persas en Maratón.
Ralf, ya se que últimamente no actualizo nada pero es que el veranito no veas, después de ver una magnífica noticia en antena 3 sobre una esponja carnívora en las costas andaluzas he entendido lo que es sacar temas de donde no los hay.

Alfonso Alba dijo...

Ralf, la llamada desde aquella terracita (bueno, más bien era el ático del albergue desde el que se dominaba media Atenas) estuvo muy guay. Sobre todo cuando por teléfono me dijiste ese brindis en griego que yo repetí en voz alta y que me oyeron.
Ralf, te emplazo a que lo reproduzcas, yo no tengo valor...

Capitán Cook(ing) dijo...

Pol-la munia sto pudso! Ese es el brindis. He separado las dos eles para que nadie lea poya, se leen separadas las dos eles, como en catalán. Significa, muchos coños pa tu polla. Qué dijeron los griegos que te oyeron? Supongo que se partirían el pudso de risa, no?

Iñaki dijo...

Genial expresión del sentir popular, pero sin efecto, porque deduzco que ninguna greca (si, greca) se te tiró al cuel-los a mordisquearte los lóbulos. Sois unos gañanes, aventureros de la lengua...que os atrevéis a soltar esas palabras en pleno escenario. Espero que hagáis lo mismo en Sevil-la.

Saludos desde el minimundo cartunano.

Alfonso Alba dijo...

¿Las grecas? ¿No eran las predecesoras de Azúcar Moreno?