
Un día, la rueda de mi bicicleta se hundió en el asfalto. Se había derretido, el asfalto. Otro, la suela de zapatilla había desaparecido. Se me quemaron las plantas de los pies. Otro más, vi cómo una furgoneta comenzaba a arder en marcha. Estuve a punto de tener un accidente. Otro día cualquiera de un julio de hace muchos años, las fuerzas abandonaron a mi familia. No nos pudimos mover en toda una tarde. Otro día, de hace muy poco, los aparatos de aire acondicionado de todo un edificio público dejaron de funcionar. Sus transformadores eran incapaces de enfriar el aire caliente.
Ayer, cinco horas encerrado en un despacho sin aire acondicionado, con el motor de un ordenador que estuvo a punto de arder y con una temperatura ambiente en la calle de más de 42 grados a la sombra, me quedé 'pal lao'. Incapaz de pensar, decidí lanzarme a la granizada. Eran las 11 de la noche. Me senté en un banco. Error. Me quemé el culo.
Córdoba o el infierno según el Arcángel San Rafael (su patrón).
Hora: 17:57.
Lugar: Kilómetro 3 de la A-45
Temperatura: 42,5 grados
Nota: El día en que nos abandonaron las fuerzas el termómetro llegó a los 48,5 grados. El récord del último siglo en la Península.
Pregunta: Sí, aquí la economía no funciona del todo bien. ¿Alguien se atreve a trabajar en condiciones óptimas durante estos tres meses?
3 comentarios:
me parece que en todo el verano no hemos llegado a tener dos días seguidos de 30 grados (quizás ni un día).
Las condiciones para trabajar son óptimas: pero no hay dónde.
Nunca llueve a gusto de todos (pero aquí no para de llover).
Saludos desde el inferno húmedo.
Me encantaría tomarme una cerveza contigo en un soportal de Vigo bajo la lluvia y explicarte mi teoría de que tanto allí en la Andalucía del Norte como aquí en la Galicia del Sur la culpa de todo la tiene la Unión Europea. Allí os han desmontado las industrias (astilleros y demás) porque las consideraban deficitarias y poco competitivas. Aquí se han cargado la agroindustria (azúcar, algodón, tabaco...) por lo mismo. Hemos vivido demasiado bien estos 20 años, pero ahora ¿qué?.
Ni calor ni pollas, que dicen los de Jaén.
Mira, el verano pasado viví a 54 grados con 80% de humedad. Córdoba es una mariconada. Bivingn, maravillosa palabra otra vez.
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