domingo, 4 de mayo de 2008

Me duermo por las esquinas


Éste es el precio de ser un gambitero, que no para por casa, que se le junta la noche con el día...
Por el dolor, sé el lugar exacto en el que están mis riñones trabajando a pleno rendimiento. Y me noto la cabeza del tamaño del famoso balón de Nivea.
Y encima me he reconvertido al trip-hop:

1 comentario:

Capitán Cook(ing) dijo...

Mucha cruz, mucha cata, mucho patio y mucha feria. Mayo llega y yo no estaré allí por tercer año consecutivo, snif. Un abrazo y disfruta por los dos.