Ejem, ejem. Para todos aquellos ajenos a la gastronomía cordobesa, lo de arriba es un flamenquín, mejor dicho, el Makelele de los flamenquines. Mide más de medio metro y es capaz de paliar el hambre en Sudán. Tienen una freidora especial para cocinarlo y platos también especiales para servirlo. Ahora, no sé si habrá nacido la persona que sea capaz de comérselo de una sentada. Brutal.
4 comentarios:
Pronto...muy pronto...lo sabremos...je je je
Joder, pero si te comes esa tapa, luego, a la hora de comer, probablemente no tengas apetito.
Me hace gracia la entrada que has hecho. Díle a Rafa que te cuente el sueño que tuve hace un par de días.
Bicos
Muy buenas a todos. Laurinha, me asusta ese sueño. ¿No será con un flamenquín, verdad? Je, je, je
Besos
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