Hace medio año, en una visita a Huelva sentí la sana envidia de sentir a una ciudad volcada con su equipo de fútbol. Voces anónimas vestidas con las camisetas blanquiazules del Recre se levantaban por encima de la música de la discoteca para cantar sus himnos.
Ayer, ese mal entendido senequismo cordobés, esa seriedad extraña en una ciudad de más de 330.000 habitantes se transformó en euforia. El Córdoba C.F. había subido a Segunda. Uf.
En un lugar falto de alegrías, en un sitio en el que siempre tienes la sensación de que nunca pasa nada, de que pase lo que pase todo da igual, era imposible mantener una conversación en el sitio más recóndito. He vivido ascensos a Primera del Sevilla, del Betis, del Recre... Celebraciones de Copas de Europa, de Copas del Rey y hasta victorias propias en campeonatos de baloncesto. También otro ascenso a Segunda con el Córdoba. Pero nunca nada como ayer. Y a las pruebas fotográficas me remito:
Esos pobres blanquiverdes, y también esos pobres policías, no están acostumbrados a ganar en nada. No saben. Ayer, la Plaza de las Tendillas se desbordó. El centro neurálgico de Córdoba, con su singular toque de campanas con acordes de guitarra, se transformó en una pequeña Beirut. Nadie sabe como empezó, pero empezó. Antidisturbios, porra en mano, corriendo detrás de los canis. Canis, piedras en mano, corriendo detrás de los antidisturbios. Padres de familia, hijos en mano, corriendo horrorizados de un lado para otro...
Un escenario perfecto para recibir el año que viene a la Real Sociedad y sobre todo al Celta, con Stoichkov al frente... La última vez que el búlgaro pisó el estadio de El Arcángel acabó a hostia limpia con un fotógrafo cordobés.
Lo dicho. Volveremos a ser grandes.
6 comentarios:
el año que viene nos veremos, pero me extraña que os apetezca vernos por ahí: somos los auténticos jefes de segunda división!!!
y si Hristo no se pelea con un fotógrafo, podemos hacer un paripé nosotros. Nos peleamos, y cuando nos entrevisten decimos que no fue por el fútbol, que la cosa venía por una ex miss con la que habíamos...
Caesares, recuerda cómo nos las gastamos los de Córdoba. Recuerda ese magnífico partido al atardecer y rodeados de rascacielos australianos. Recuerda mis entradas a ras de suelo, el escaso miedo del cordobesismo representado en Sydney por Rafa y por mí a la hora de arrebatar un balón. Recuerda las estiradas para evitar que el balón entrara en una portería imaginaria fijada por dos mochilas.
Pero no recuerdes, por favor, lo malos que éramos (por eso recurríamos a la violencia) ni lo quedamos que estábamos.
Je, je, je
P.D.: Saludos desde una ciudad afónica por haber subido a ¡¡¡¡Segunda!!!!
Atentos a la estampa del poli-porra. Con que elegancia suelta el golpe que sólo le falta estar sonriendo. Parece hasta buenagente el tio.
Tranquilo Alfonso, no recordaré la violencia salvaje fruto de la torpeza y del rencor que os generaba la técnica viguesa. No, no recordaré eso, sólo recordaré que os ganamos con un cojo.
Ja, ja, ja. ¿Torpeza? Viste mi habilidad bajo los palos imaginarios y la técnica de Rafa controlando el balón. Eso sí, era más difícil que corriéramos. Nosotros, los cordobeses, acostumbrados a jugar al fútbol sobre asfalto hirviente estábamos perdidos en el frescor del césped. Los vigueses jugábais en casa.
De todas formas y con el hecho ya innegable de que el año que viene tendremos un Celta-Córdoba y un Córdoba-Celta os volvemos a retar a dos partidos, uno en la Andalucía del Norte y otro en la Galicia del Sur.
Volveremos a ser grandes.
P.D.: ¿Puedo fichar para mi equipo a Tony D., el 1+3 verdiblanco, o a Javi Moreno, internacional cordobesista? Son amiguetes. Os dejamos a vosotros que elijáis a Vlado Gudelj y a Stoichkov
No hay problema, en cuanto los Javis se vuelvan de Australia jugamos.
Nosotros sólo vamos a hablar con Patxi Salinas: no creo que tus amigos quieran jugar con él en contra ;)
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