miércoles, 16 de mayo de 2007

El zoológico de Córdoba



Hace muchos años, cuando Córdoba no era más que un pueblo con semáforos y Rafa y yo apenas distinguíamos entre el bien y el mal (no tendríamos más de seis años), al parque zoológico de Córdoba (entonces, el único de Andalucía) llegó su gran atracción: una elefanta. La paquiderma fue recibida con alborozo de autoridades y alegría de los chicos, que ya tenían una nueva excusa para acercarse a lo que había comenzado a convertirse en el auténtico parque del terror... para los animales. Los chicos de nuestra edad disfrutaban entonces arrojando latas de Coca-Cola al estanque de los hipopótamos y se sentían tremendamente realizados cuando uno de estos bichos salvajes abría su tremenda boca, mordía el objeto arrojado y la lata se le quedaba incrustada para siempre entre los dientes. Entonces, el hipopótamo volvía a abrir sus fauces y exhibía una sonrisa propia de un gitano-rumano con dientes de oro. Esto, hoy día, sigue pasando.
Eramos niños y disfrutábamos también con el mono loco, hoy tristemente fallecido. Este animal tenía la extraña costumbre de golpearse de forma brutal la cabeza contra los barrotes de acero inoxidable, de ahí su locura. Aunque su afición más siniestra era la de engañar al público. Simulaba estar tranquilo, sentado en una esquina. Entonces, defecaba sobre una de sus manos, miraba la mierda, levantaba la vista hacia los visitantes y sin mediar palabra ni arrebato de locura se la lanzaba.

Estas historias, y muchas más que nunca conoceremos, obligaron a cerrar el parque zoológico durante cinco años. En este tiempo, se le construyó una casa más grande a la elefanta, que había crecido y ya no entraba por la puerta (Nadie pensó en que los paquidermos, como las personas y los problemas, crecen).
Hace unos tres meses, en un año electoral, el Ayuntamiento reabrió las puertas del zoo pero, una vez más, nos lo puso muy fácil.
Como gran novedad se sustituyeron los barrotes de las jaulas por cristales de metacrilato, pero algún veterinario lumbreras decidió que el mejor lugar para colocar a las cebras era justo delante de las leonas. El resultado: Las cebras están a punto de morir de agotamiento. Su instinto les obliga a huir durante todo el día de las leonas, no paran de correr. Por culpa del estrés han comenzado a perder las rayas y parece que no quieren comer (no tienen tiempo porque están siempre corriendo). En el campo de las leonas la cosa no está mucho mejor. Dos felinas han tenido que pasar por la Unidad de Cuidados Intensivos del zoo. Inocentes, se habían lanzado a zamparse a una de las cebras con el inconveniente de encontrarse de golpe contra el metacrilato. Han sufrido traumatismos craneoencefálicos severos y se teme por su vida.
Mientras, el vacío que dejó el mono loco fallecido se ha cubierto con una jaula llena de mandriles que han descubierto lo que es el cambio climático. Los diseñadores de su nuevo hábitat decidieron que lo mejor era dejar los mandos de control del sistema de aire acondicionado en la parte de dentro de la jaula. Mucho arte, sí señor. Los monos han aprendido a manejar el mecanismo, simple como el de un lapiz, y se pasan el día y la noche subiendo y bajando la temperatura. Resultado: varios mandriles sufren ya graves pulmonías, enfriamientos, fiebres altas y síntomas de locura.
Una vez más y como diría Kamerovski la realidad está a años luz de la ficción...

5 comentarios:

Julia Delgado dijo...

Sin duda el apocalises de los animales.
¿Qué diría Noe de todo esto?.
Que bueno lo del mono-granadero.

Capitán Cook(ing) dijo...

Por no hablar de aquellos rumores que se expandian como Marbella y hablaban de que habían llevado a un koala al zoo, o que se había escapado la pitón que nunca hubo. Por cierto, sé de unos que sacaron un buitre del zoo y el bicho terminó, cómo no, en mi barrio.

K. dijo...

Querido Alfondo, andas últimamente con el punto de mira especialmente orientado. Fino, fino. Piensa uno, por otro lado, que un zoolólgico sería el lugar idóneo para el verdadero nacimiento del existencialismo; lástima que ya lo patrocinara hace décadas el pataliebre de Sartre, que era feo como una traición pero follaba como un primate, es decir mucho (eso dicen).

Lo cual me trae a la memoria mi apocalíptica visita al zoo de Córdoba. Aquello me dejó un hondo trauma del que no sé si me he repuesto. Unos días pienso que sí, otros, que no, y así ando, pensando aún, en mi madurez (?), en el Terrible Mono Priápico. Tendría, no sé, 10 años, y era chico y tonto e inocente y mucho más canijo que Edgar a esa edad. (Te jodes y me lames el escroto, Edgar.) En fin, ocurrió que durante nuestro paseo escolar por la belleza animal enjaulada dimos con el Terrible Mono Priápico, quien, mirando retador a los espectadores, se estaba ejecutando un alberto-ruiz-gallardón con estremecimientos faciales incluidos. Pensar que aquel ser se masturbaba, cómo diría, "de cara a la galería", le da a uno temblores todavía. Yo no sé qué coño hacen los estudios de Hollywood recurriendo a los guionistas orientales, con sus niñas pálidas miméticas, todas ellas calladitas y con camisoncitos rasgados y cabellera de mucha longitud y negrura; se equivocan los estudios de Hollywood: el Terror Esencial vive en Córdoba (menos mal que está enjaulado).

Besos. Abrazos. Deseos de probibición del PP.

K.

Julia Delgado dijo...

Ay ladrón, a la iglesia vienes a robar.

K. ya hice esa acusación a los guionistas de Hollywood en el post del terror rural.

Por otro lado no se como de canijo estabas pero te reto, aquí, foralmente, a que los dos proporcionemos una foto nuestra de edad parecida. Este es el momento de resolver nuestra lid. Dejémonos de verter mentiras y demos pruebas.

Si enfrentando una de mis fotos donde parezco un chavalito de esos que "presuntamente" gasearon en Auswitch con una tuya ganas te chupo el escroto. En caso contrario me dejas hacerte una tormenta fecal cuando venga Rafa y con todo el mundo que quiera presenciarlo en público. ¿Qué dices?

El guante ha sido lanzado y te ha dado de pleno en el codo (lo que viene a demostrar mi mala puntería).

Publicus escuchate mensajus est (o lo que es lo mismo, enga, enga)

Unknown dijo...

hola marica, soy el choche, hoy es tu cumple no? pues desde aqui te felicito ya por esos 27 añazos q tenemos ya en lo alto...