jueves, 26 de abril de 2007

Lost in the albero



No. Éste no es el título de la última película con toques de videoclip multiestéticos y guión incomprensible de Sofía Coppola. No. Ésta es la historia de dos hombres y un destino: Encontrar la caseta de la Asociación de la Prensa en la Feria de Sevilla. ¿Fácil, verdad? No para Fernando e Ismael.

22.50 del miércoles 25 de abril. Después de meterme un viaje de 700 kilómetros entre pecho y espalda (en el mismo día viajé de Córdoba a Granada, de aquí a Motril, vuelta a Granada, paradas en Aguilar de la Frontera y Fernán Núñez y finalmente entrada triunfal en Sevilla) llego a la caseta de Iñaki, pequeña y repleta de sus familiares. Tras los abrazos de rigor pregunto por Fernando e Ismael, nuestros simpáticos protagonistas. "Están en la prensa". "Vamos a buscarlos", exijo.

Mientras, Fernando e Ismael (Fei, podríamos abreviar, para convertirlos en un sólo ente) inician con la compra de una jarra de rebujito lo que ocho horas después acabaría convertido en una borrachera colosal. "Qué poca gente conocida veo por aquí", se pregunta Fernando. "Qué se echa de menos a Antonio López", se preocupa Ismael. Suena su teléfono. Es Iñaki. Comienza la típica conversación telefónica de feria, es decir, a voces.
"¿Dónde estáis?". "En la prensa". "Joder, Alfonso (servidor que escribe) y yo también. A ver, levanta la manita para que te veamos". Ismael responde a la orden, pero no es descubierto. Fernando se preocupa. Movido por su hiperactividad peina cada metro cuadrado de la caseta en nuestra búsqueda, mientras Iñaki y yo hacemos lo mismo.
Cuando ya estábamos a punto de llamar a Iker Jiménez, por eso de creer que estábamos viviendo en dos universos paralelos, la hiperactividad innata de Fernando toma una sabia decisión: Salir a la calle a buscarnos. Al volverse para entrar levanta la cabeza y, cuál frontón de un templo griego, lee la terrible revelación del misterio de las dos realidades: "Caseta de la Asociación de Vendedores de Prensa".
P. D. : Bueno, sólo añadir a modo de información irrelevante que superado el miedo a caer en las garras de Iker Jiménez nos lanzamos a una noche (y buena parte de la mañana) rebosante de rebujito.
P. D.2: (Para mis lectores gallegos). ¿Cuánta gente sigue viviendo en Vigo? Joder, últimamente cada vez que salgo de las fronteras de Córdoba conozco a un vigués, viguesa en este caso, amiga de Charo y con un acento clavado al de Javi II. No me preguntéis cómo se llama porque, por culpa de la manzanilla, no me acuerdo

6 comentarios:

Capitán Cook(ing) dijo...

Espeluznante relato. Un abrazo enorme a sus cuatro protagonistas. Un abrazo con algo de envidia, la verdad, porque hace como 4 años que no piso la feria de Sevilla, y este será el segundo sin pisar la de Córdoba. No me quejo, pero me acuerdo de vez en cuando. Ciao!

Caesares8 dijo...

En Vigo solía vivía mucha gente. Luego comenzaron las becas ICEX, Xunta, Cámara de VIgo...
Tenemos un problema de tráfico en la ciudad que creo que están intentando resolver por esa vía.
Vente cuando quieras a verlo. Creo que aquí hay una importante comunidad andaluza, hacen incluso una miniferia de abril...quizás algún periodista tenga que venir a cubrir el evento.
Estáis invitados

Julia Delgado dijo...

Periodismo de lo parasubnormal...iker jiménez

Caesares8 dijo...

Iker no está invitado.

Alfonso Alba dijo...

Ja, ja, ja!!!
Luis, la nave del misterio aterrizará en Vigo. ¿Cuándo? Éste es el misterio. ¿Podemos sustituir a Íker por algún otro periodista friki amigo del sensacionalismo y de construir guiones de cine repletos de vísceras, extremidades amputadas y cuyo juego de mesa favorito se llama Genocidio?
Ja, ja, ja
Viva el Celta

Caesares8 dijo...

"¿Cuándo? Éste es el misterio. ¿Podemos sustituir a Íker por algún otro periodista friki amigo del sensacionalismo y de construir guiones de cine repletos de vísceras, extremidades amputadas y cuyo juego de mesa favorito se llama Genocidio?"

No, no se puede sustituir. Estás hablando de Él. Al final tendré que invitar a Iker.

PD:oye, echa un ojo en mi blog (capítulo calentito dedicado "al que fuma el puro", por fin, desenmascarado)