--"¡La gente, Eddie, la gente! No me hables de la gente, Eddie... Esa gente se sienta delante de la televisión con el estómago lleno de cerveza y se queda dormida. ¿Qué es lo que sabe esa gente, Eddie? De modo que no me hables de la gente"
--Las peleas son hoy en día un negocio. Ya no quedan boxeadores de verdad, son actores: el mejor 'showman' es el que llega a ser campeón"
Más dura será la caída (1956)
La vida, a veces, se parece a las películas. A esas películas en blanco y negro, en las que un Bogart cínico y dolorido (como un día me llamaron por aquí) se perdía detrás de una humareda de tabaco. Un Bogart que un mes después se moría de cáncer retorciéndose de dolor, pero que acababa de cuajar su mejor interpretación: un periodista deportivo con prestigio y sin empleo, que se tragaba los escrúpulos y los principios para encumbrar (mediante una campaña de publicidad) a un boxeador inútil, protegido de la mafia, al que le amañan los combates. Un boxeador engañado que se cree las mentiras de un Bogart, que dice de él que "no conoce su propia fuerza". Un Bogart que se equivoca, se da cuenta y rectifica. Que se queda sin dinero, pero que vuelve a ser periodista, independiente, sin amos...
Yo no quise equivocarme.
Es la primera vez que una película cambia mi vida.
2 comentarios:
Ésta y Llamad a cualquier puerta son las mejores películas de Bogart. Te recomiendo también El cuarto poder, aunque no tiene el desencanto de Más dura será la caída. Un abrazo agropensador.
a ver hombre, agropiensa un poco mas. mas madera!!
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