En los años 80, los escépticos de la isla caribeña contaban un chiste sobre Cuba que siempre me pareció genial:
-- ¿Sabes que Cuba es el país más internacional?
-- No. ¿Por qué?
-- Pues por que tiene al Ejército en Angola, al Gobierno en Moscú y a la población en Miami.
Ahora, las cosas han cambiado un poco, aunque el número de cubanos que se marchan a Florida sigue siendo creciente.
Pues bien. A mí me está pasando un poco como al chiste, ya que tengo el corazón en Sevilla, la cabeza en Granada, alguna parte más de mi ser en Málaga, y el cuerpo, el trabajo y algunos amigos en Córdoba.
3 comentarios:
Mmm... Cuba. Qué poquito me falta. Y cuánto trabajo queda por hacer. En fin...
Sobre lo de andar desperdigando los órganos vitales (y los sentimientos anexos) por ahí, te diré que hay un término usamericano para eso, bicoastal, y que yo también padezco mi particular versión (sobre todo en lo de urbano-rural). No desesperes, disfrútalo.
Bicos norteños.
Pienso que esto que te pasa es más o menos normal. A mí me pasa algo parecido (Madrid, Berlín, Granada, Córdoba, Barcelona y últimamente El Cairo ocupan bastante espacio en mi memoria), y si no me pasara, a lo mejor debería preocuparme.
Tu caso, para los demás, es también bueno: así todos pillamos cacho.
Un abrazo, niño.
Emereci, te odio a la vez que te envidio por lo de tu vuelta al mundo. Traemé un póster del Ché y te devuelvo tu guía de Estambul. Me encanta la sensación de bicoastal que como dice Kamerovski también es bueno, la verdad. Siempre hay un sitio al que huir y recoger una parte de tu ser.
Bicos, besos y abrasos a ambos dos (ya sé que esto está mal dicho, peeeeeeero es una expresión que no me puedo quitar de la cabeza; será de tanto escuchar retransmisiones malas de partidos de fútbol)
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