Un domingo de resaca cualquiera, has dormido tres horas, te has acostado escuchando Los Planetas, sólo en una casa llena de gente, borracho por dentro y a cuatro grados bajo cero por fuera. Has fumado demasiado, piensas. Ha llegado la bajona, que no perdona, dices. No tienes ganas de hablar. Ella tampoco. Te cuelgas la cámara al hombro. Apenas tienes batería. Mierda, gritas, a la vez que el barro sube por encima de tus tobillos.
Sale el sol y se levanta la bruma. Es la última foto. ¿Es esto la belleza?, te preguntas.
4 comentarios:
¿Eres tú un pedazo de pataliebre?, me pregunto yo.
(Donde "pataliebre" significa muchas cosas a la vez, tú me entiendes)
Besitos.
Si no lo es, la belleza, se le parece mucho.
no se, pero no parece un ucalito
Jajajaja. Abrasos a los tres.
Sí, a veces soy un pedazo de pataliebre, K., y este domingo vas a comprobar cómo golpea un balón con la diestra un pataliebre.
Emereci, tú sabes que la belleza a veces aparece donde menos te lo esperas.
Casares, no sé mucho de árboles, pero parece un típico quejigo cordobés, de la familia de los Quercus, u sea sé, de las encinas, creo.
Abrasacos a los tres
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